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Marca: Minis

Evento: Concentración GalaicoAsturLeonesa

Fecha: Enero 2017

Un año más volvemos a participar en la concentración GalaicoAsturLeonesa de Minis clásicos y actuales.
Este año se llevó a cabo por carreteras de Asturias y Cantabria.

5ª Concentración de Minis GalaicoAsturLeonesa.

Celebrada entre el 25 y el 27 de Noviembre, esta 5ª edición ha rendido un homenaje a la memoria de Juanones, asiduo de las concentraciones anteriores y muy apreciado por los participantes habituales.

La base de la concentración estaba situada en el hotel María Manuela de la localidad asturiana de Benia de Onís, un hotel muy acogedor y perfecto por su amplio espacio para estacionar los vehículos.

La climatología, para sorpresa de todos, fue excelente. Mientras que en el resto de España predominaban las alertas por lluvia, viento y nieve, en las comarcas asturianas y cántabras el cielo estaba despejado y azul con una temperatura muy agradable.

El recorrido preparado por la organización no podía ser más atractivo, el primer día nos llevo hasta Potes, pasando por el impresionante y maravilloso desfiladero de La Hermida con la opción personal de llegar hasta Fuente Dé, en el corazón de los Picos de Europa. El segundo día se hizo un trayecto muy ciclista, se subió hasta los Lagos de Covadonga.

Había que ver zigzaguear a los pequeños minis por la sucesión de curvas del desfiladero semejando una serpiente multicolor deslizándose por el asfalto. O escuchar el rugido de los motores al afrontar las rampas más duras de la subida a los lagos.

Ciento cincuenta y dos participantes se dieron cita en la concentración a bordo de 52 vehículos, procedentes de toda la península. De los 52 vehículos inscritos 49 eran minis clásicos, uno moderno y también había un Seat 600, pero destacando entre todos, por su antigüedad y su estado impecable, un Morris Oxford.

Aparte del Morris, los coches que más interés despertaron entre los participantes y curiosos que acudieron fueron nuestro Mini Van, el único que creemos que hay en España, un Mini Cabrio, por lo poco habituales en nuestro país, y el Mini de Antonio Albacete, el campeón de carreras de camiones, gran amante de estos coches y que llevaba uno al que no le faltaba detalle.

El estado general de los coches era muy bueno, se nota el mimo con el que los dueños los tratan, y las mecánicas aguantaron bien, tanto en el viaje hasta la concentración como el recorrido por las carreteras de montaña, con la excepción de un Mini con motor 850 que fundió un pistón, posiblemente por exceso de zapatilla.

Durante 3 días hemos disfrutado de un viaje a ritmos de hace 40 años, ritmos que ya se tienen olvidados, pero que nos hacen volver a deleitarnos de nuevo con el paisaje y recrearnos en las paradas “técnicas” durante el trayecto, bueno menos a los participantes que venían desde Alicante, que entre unas incidencias y otras tardaron 48 horas en llegar a la concentración, pero sobre todo, el gozar con estos coches de una conducción divertida y auténtica por estas carreteras locales, sin artificios digitales, ni ayudas tecnológicas, puro pilotaje.

De ruta por los Picos de Europa.


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